Espinaredo ofrece a sus visitantes un espléndido marco para cualquier actividad que tenga que ver con la naturaleza. Senderismo, bicicleta de montaña, la observación de aves y de otros muchos animales en estado de absoluta libertad.
Metida en pleno valle del Infierno –nombre que recibe por el color rojo que adquieren sus bosques en Otoño- la villa de Espinaredo tiene uno de los ríos mejor conservados desde un punto de vista de población de truchas de alta montaña. Este hecho le convierte en un magnífico lugar para la práctica de la pesca durante la temporada.
Ni que decir tiene que si para la pesca es casi un paraíso, la riqueza cinegética de sus montes y bosques, que albergan importantes poblaciones de rebecos, corzos, ciervos y jabalíes, hacen de este valle un punto de reunión para los cazadores tanto de piezas reales, como de imágenes a través de las cámaras de fotos.
El Área Recreativa de la Pesanca, el Arboreto de Miera, el paisaje desde Sobaneu, Porciles, Omedal o Villar, son algunos de los lugares que no se pueden dejar de visitar.